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¿Cómo evitar la retención de líquidos?

La retención de líquidos provoca un aumento de volumen en el cuerpo debido a una elevada acumulación de agua intercelular, más que de costumbre. Esta situación puede generarse por diversos motivos, como por ejemplo estar de pie en la misma posición mucho tiempo, la mala circulación, abusar de alimentos ricos en sal o como consecuencia de algunas enfermedades. 

 

Generalmente no es un problema grave, pero a veces requiere de medicamentos para solucionarla, especialmente cuando es causada por enfermedades renales, cardíacas o hepáticas; en las demás situaciones, más simples, puede ser suficiente con hábitos sencillos.

 

En verano además, el calor y la humedad excesiva contribuyen a que nos sintamos más hinchados y pesados. Como ya hemos dicho, para evitar la retención de líquidos existen algunos remedios naturales diuréticos y también tratamientos estéticos como el drenaje linfático.

 

Retencion de líquidos

 

Remedios naturales para evitar la retención de líquidos.

Para prevenir o disminuir la retención de líquidos de forma natural es importante:

 

  • El consumo de granada o de complementos alimenticios que la contengan, como por ejemplo Keriba Dúo, que ayuda a reducir la retención de líquidos, gracias a su elevada cantidad de potasio y sodio. Además, es muy favorable para quienes padezcan de hipertensión.

     

Keriba Dúo, producto natural obtenido a partir de los frutos enteros frescos del olivo y la granada, ayuda a reducir los problemas de retención de líquidos y además, a prevenir enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y a controlar los niveles de colesterol, favoreciendo una salud cardiovascular óptima.

 

  • Consumir infusiones diuréticas como cola de caballo, hibisco, centella asiática, té verde,… todos ellos aumentan la necesidad de orinar y, por tanto, favorecen la eliminación del líquido retenido.

     

  • Beber abundante agua, preferiblemente más de 2 litros diarios.

     

  • Sustituir la sal por condimentos como pimienta, orégano o perejil.

     

  • Aumentar el consumo de alimentos diuréticos como el tomate, el pepino o la sandía; ricos en agua como fresas, lechugas, coliflor o manzanas; y ricos en potasio (aguacate, espinacas, yogur, plátano,..), que ayudan a reducir la sal del organismo.

     

  • Evitar los alimentos procesados y ricos en grasa como los embutidos, ahumados, bollería, etc.

     

  • Eliminar el estilo de vida sedentario. La actividad física mejora la circulación sanguínea y previene la retención de líquidos.

     

  • Colocar las piernas en alto durante 5 minutos al acabar el día.