Profesionales de la salud
 
rejuvenecimiento-facial-rutinas-y-habitos-para-una-piel-sana-y-joven
 
Volver

Rejuvenecimiento facial: rutinas y hábitos para una piel sana y joven

Todos queremos lucir una piel más tonificada, con un aspecto más saludable y joven, pero para conseguirlo de forma natural es necesario seguir una serie de hábitos saludables y rutinas de belleza que favorezcan el rejuvenecimiento facial.

 

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los milagros no existen, en este aspecto la constancia y la actitud son fundamentales para conseguir dicho propósito. Teniendo esto en cuenta, vamos a darte unos consejos para rejuvenecer tu piel.

 

Rutina de belleza

Para mantener la piel sana y joven es importante limpiarla a diario en profundidad; por la noche para eliminar el maquillaje que podamos llevar, el sebo de la piel, las partículas contaminantes, etc. Y por las mañanas para reactivar la circulación del rostro y eliminar impurezas.

 

Para realizar la limpieza facial puedes utilizar distintos tipos de productos: agua micelar, tónico purificante, exfoliante, aplicar mascarillas antioxidantes, etc.

 

También es importante la hidratación para mantener el brillo natural de la piel y evitar las arrugas y líneas de expresión. Lo más recomendable es usar cremas que se adapten a las necesidades de tu piel: hidratante, reafirmarte, antiarrugas, para piel grasa, piel seca… Además, puedes escoger aquellas que contengan activos hidratantes como el aceite de almendras, coenzima Q10, ácido hialurónico, etc.

 

Tratamientos faciales

Existen tratamientos que contribuyen al rejuvenecimiento facial, que podemos realizar en casa y que dan muy buenos resultados. Estos son los más sencillos:

 

  • Masaje facial de frío y calor. Consiste en masajear el rostro, dando pequeños toques con la yema de los dedos, con contrastes de temperatura para acelerar el proceso de regeneración celular. El frío tensa la piel y los músculos realizando un efecto lifting que reduce las arrugas. Este efecto se acentúa con la diferencia de temperatura ya que se mejora la circulación sanguínea.

     

  • Sauna facial. El vapor abre los poros de la piel, favoreciendo su limpieza, y proporciona un aspecto más luminoso en pocos minutos. Puedes realizarla en tu baño, generando vapor (con agua muy caliente) y cubriendo tu rostro con una toalla sobre él. Después puedes aplicar alguna loción exfoliante para limpiar los poros de la piel a fondo y, tras ello, aplicar una crema hidratante o reafirmante que tense aún más el cutis.

     

masaje facial

 

Hábitos saludables

Y, cómo no, la base para el rejuvenecimiento facial son los hábitos de vida saludables:

 

  • El descanso es fundamental y la mejor manera de combatir los daños causados por los radicales libres. Además es indispensable para reparar y crear nuevos tejidos y células.

     

  • Beber agua es necesario para tener una piel saludable y visiblemente más joven. Lo ideal es beber entre 1’5 y 2 litros diarios.

     

  • Evitar el estrés, practicando técnicas de relajación o meditando, ya que éste provoca que la piel se apague y tenga un aspecto más envejecido.

     

  • Protección solar tanto tópica como interna, ya que así protegemos las células del daño de los radicales libres y de la radiación solar, evitando el fotoenvejecimiento.

     

  • Practicar ejercicio físico. Estar activo es necesario para gozar de una buena salud, pero además genera endorfinas y serotonina, las hormonas de la felicidad, que favorecen un buen estado de ánimo y descanso.

     

  • Alimentación saludable. La dieta juega un papel importante en el rejuvenecimiento de la piel gracias a las vitaminas, minerales y antioxidantes que aporta. Cada alimento aporta unos nutrientes y micronutrientes, y dentro de ellos los que más favorecen para tener una piel joven son:

     

    • Ácidos grasos esenciales como el Omega3 y Omega6 entre otros, disponibles en el pescado azul, nueces, aguacate,…

       

    • Vitamina C, vitamina A, Betacaroteno,… vitaminas que favorecen la despigmentación de la piel, eliminación de células muertas, la producción de colágeno, la protección de las células, etc. Se pueden consumir en verduras, especialmente las de hoja verde y en frutas como la naranja, el kiwi o los frutos rojos.

       

    • Proteínas que aumenten la producción de colágeno y mejoran la firmeza de la piel.

       

    • Zinc, selenio y otros minerales que aumentan la producción de colágeno y ayudan a mantener el balance hormonal.

       

    • Complementos alimenticios ricos en antioxidantes naturales como Keriba Forte, extracto de granadas enteras frescas que protege las células del daño oxidativo y de los radicales libres retrasando en envejecimiento, además de aportar otros beneficios para la salud.